En Rusia los niveles de vehículos en propiedad son bajos, por lo que Rusia ofrece un gran potencial para los fabricantes globales, pero su potencial se ve amenazado por la inestabilidad económica y política, una base de suministro insegura y las dificultades en logística
La industria del motor en Rusia vuelve a estar en el centro de atención ya que los fabricantes están reaccionando a la inestabilidad financiera que ha precipitado el presidente Vladimir Putin con la anexión de Crimea en marzo. El incidente ha afectado a unas ventas de coches ya de por sí descendentes desde 2012, aunque los números absolutos todavía sean elevados. Según la asociación Association of European Businesses, las ventas de coches y vehículos comerciales ligeros (LCV) en Rusia alcanzaron los 2,75 millones en 2013, solo por detrás de Alemania en el mercado europeo.
Se espera que las cifras aumenten a largo plazo. Un informe el año pasado de los analistas financieros Boston Consulting Group (BCG) estimó que las ventas en el país podrían alcanzar los 4,4 millones de coches y LCV en 2020 desde los 2,9 millones de 2012.
Estas cifras junto con los incentivos gubernamentales están atrayendo a los fabricantes para que produzcan en Rusia. En los tres primeros meses del año, los diez coches más vendidos se habían fabricado en el país, la producción el año pasado fue de 1,9 millones de coches y 255.000 vehículos comerciales. Está claro que están aumentando las inversiones. BCG estimó que desde 2011 el dinero total invertido por Ford, GM, BMW, Hyundai/Kia, Mazda, PSA Peugeot Citroën, Mitsubishi, Renault-Nissan, Toyota y Volkswagen alcanzará los 10.000 millones de dólares en 2020. En dos años la capacidad alcanzará los 3,3 millones de unidades, según BCG.
Siempre y cuando se cumplan los planes. La pérdida de valor del rublo ya ha afectado a los fabricantes, hay informes de principios de abril que indican que Ford reducirá 950 empleos en las dos fábricas que gestiona junto con la empresa local Sollers. Mientras tanto, el fabricante de la marca superventas Lada, AvtoVAZ, informó este mismo año sobre una pérdida de 7.900 millones de rublos (222 millones de dólares) en 2013 y un nuevo descenso en las ventas este año.
Esta caída no solo afecta a las predicciones de ventas para 2014, es probable que tenga un efecto continuado. “No esperamos que las ventas se recuperen con rapidez”, nos dice Carol Thomas, analista de Europa del este para LMC Automotive. “Se ha deteriorado la perspectiva económica a medio plazo durante los últimos meses, por lo que las expectativas para 2015 también se han debilitado”.
Económico pero extremo
[caption id="attachment_52032" align="alignright" width="350"]En 2015, VW abrirá una nueva planta de motores junto a su planta en Kaluga