El mercado del automóvil de la región se recupera paulatinamente, pero el cierre de plantas no ha evitado el exceso de capacidad de producción
Las marcas europeas suspiran aliviadas al ver que 2014 mostró un crecimiento sostenido después de un periodo aciago provocado por el colapso financiero de 2008-2009. Los 12 meses del año mostraron crecimiento en la región (excluyendo a Rusia en este artículo), según los datos de la asociación europea de fabricantes de automóviles.
Las ventas de vehículos alcanzaron los 12,9 millones de unidades desde 2013. En el momento de redactar este artículo todavía no se habían computado los totales, pero en base al crecimiento positivo indicado por los países por separado, se espera superar los 14,6 millones de 2013. Los analistas de IHS Automotive prevén que sigan aumentando las ventas este año y los siguientes a medida que se recuperan economías como la española. La empresa prevé que las cifras en Europa alcancen los 13 millones en 2015 y que crezcan hasta 14 millones en 2017, lo que proporciona esperanzas a las marcas que en la actualidad tienen dificultades para llenar la capacidad de sus fábricas infrautilizadas en la región.
Sin embargo, según los analistas de LMC Automotive el riesgo todavía no ha terminado. “La capacidad media [utilización] es del 65%, pero hay que alcanzar el 75% para cubrir costes”, indica Justin Cox, jefe de producción automovilística en LMC. “Los fabricantes todavía no tienen el problema controlado”. Las marcas alemanas de gama alta, entre ellas la resucitada Jaguar Land Rover (JLR) en RU, están trabajando a todo ritmo, pero su éxito está apretando a las marcas comunes (un término que cada vez es más caduco teniendo en cuenta que marcas como Audi, BMW y Mercedes están superando en ventas a fabricantes como Citroën). Cox compara desfavorablemente a Europa con Norteamérica, donde la drástica reducción de la capacidad amortiguó la debacle después de la crisis financiera. Las nuevas operaciones más optimizadas están contribuyendo a los beneficios de las 'tres grandes' marcas. “Se tuvieron que realizar cierres dolorosos de plantas, aquí se enfocó de una manera más socialista, se mantuvieron las instalaciones abiertas por motivos políticos sin sacarles provecho", nos comenta.
Cierre de plantas
Ha habido varios cierres de perfil elevado en los últimos 18 meses. PSA Peugeot-Citroën cerró su planta de Aulnay-sous-Bois, cerca de París, en octubre de 2013, cuando produjo su último Citroën C3. En julio del mismo año, Ford detuvo la producción en su planta de furgones Transit en Southampton, RU, mientras que en diciembre de 2014 se produjo el último Ford en la fábrica de Genk, Bélgica, lo que supuso la pérdida de entorno a 4.000 empleos. El programa de optimización de Ford en Europa se anunció en 2012, cuando la marca anunció sus planes de reducir la producción en 355.000 unidades y ahorrar entre 450 y 500 millones de dólares en la región, reducir la plantilla en 5.700 asalariados. Un recorte que también incluía el cierre de la planta de estampado y utillaje en la planta de Dagenham al este de Londres, RU.