El director de planta Frank Sowade y Almir Marques, gestor de medio ambiente, infraestructuras y planificación de fábrica, discuten sobre el desarrollo continuado de la planta pionera de VW en el país
JP: Anchieta fue la primera planta de Volkswagen fuera de Alemania, se estableció en 1959. ¿Significa que VW reconoció pronto el potencial de Sudamérica como mercado emergente?
Frank Sowade (FS): Seguro. Y a partir de entonces hemos construido otras tres plantas [VW Brasil; la marca también cuenta con instalaciones en Argentina]: Taubaté en 1973-76, São Carlos en 1996 y la última planta fue en São José dos Pinhais en la región de Curitiba en 1998 e inaugurada en 1999. Por lo que ahora contamos con cuatro plantas de producción: tres fabricando coches y una con trenes de potencia [São Carlos].
JP: ¿Cuál es la importancia de Anchieta hoy en día como emplazamiento de producción para VW?
FS: Aquí es donde comienza la historia. En esta planta además de la producción de coches contamos con las áreas corporativas. Realmente toda la industria del automóvil en Brasil nació en la región de São Bernardo do Campo, por lo que el núcleo de nuestro negocio y nuestra marca en Brasil está en la planta de Anchieta.
Los principales productores llegaron a esta región. Aquí además de VW comenzaron Scania, Mercedes-Benz, Ford, General Motors y otros productores. Uno de los motivos es que el puerto está muy cerca y al principio la mayoría de coches se producía con piezas importadas, de Estados Unidos o Europa, otro factor era la cualificación de la gente. Hay varias universidades cerca de la planta, muy buenas universidades y esta es una de las principales necesidades de la industria del automóvil: ingenieros cualificados y profesionales.
“Creo que Brasil en conjunto, no solo la industria del automóvil, tiene que hacer los deberes en lo referente a la productividad si queremos ser competitivos”
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Frank Sowade, director de planta, VW Anchieta
JP: Se ha renovado VW Anchieta desde que se estableció hace medio siglo. ¿Ha sido difícil modernizar una planta antigua, se ha detenido la producción?
FS: Ese es uno de los retos. Tenemos un objetivo claro de no arriesgar la producción mientras traemos nuevos productos y aumentamos la producción. Normalmente esperamos a las vacaciones de finales de año para realizar las principales modificaciones o implementaciones necesarias. Para ello disponemos de entre nueve y diez días entre Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, hay otras actividades que realizamos los fines de semana. Pero no nos gusta realizar grandes paradas para introducir nuevos productos.
En los últimos años, los procesos de producción que hemos implementado han sido muy flexibles. Principalmente trabajando en la misma plataforma, a veces en una diferente, pero con cada implementación que realizamos y cada nuevo producto que introducimos, nuestra flexibilidad aumenta de forma que es más fácil implementarla sin afectar a la producción en curso.
JP: Teniendo en cuenta su antigüedad, ¿qué medidas ha tomado VW para garantizar que Anchieta sea una operación de producción sostenible?
Almir Marques (AM): Partimos de tres pilares para aumentar la sostenibilidad. El primero son los pequeños cambios que parten de nuestra innovación y creatividad para mejorar los procesos [existentes] y alcanzar un mejor rendimiento. El segundo es, en cada nuevo producto o proceso, nos centramos en los beneficios de este nuevo proyecto. El tercer pilar son proyectos específicos, por ejemplo la central hidroeléctrica, que podemos realizar de forma externa a los nuevos procesos y productos para alcanzar los índices de rendimiento.
JP: ¿Cuál ha sido el progreso de VW para traer a Brasil su política Think Blue?
FS: El término Think Blue es relativamente nuevo. Durante años en Brasil también hemos trabajado con regulaciones del gobierno. Recuerdo que cuando construimos la planta de São Carlos nadie hablaba todavía de la norma ISO 14000, se hablaba de los estándares británicos y eran los estándares que teníamos en cuenta para la protección medioambiental. Y esa ha sido parte de nuestra filosofía antes de Think Blue.
Lo que ha conseguido el concepto Think Blue durante los dos últimos años es establecer objetivos de reducción de los cinco principales indicadores [energía, agua, basura, CO2 y disolventes], aunque ya estábamos trabajando en ello desde antes. Se trata más de una estandarización global de una 'mentalidad’ respecto al medio ambiente.
AM: Se trata de un intercambio de información. Podemos tomar una solución de una planta en Brasil e implantarla globalmente y utilizarla en cada planta para mejorar los resultados. Utilizamos dos herramientas principales. La primera es un software que utilizamos para simular el impacto que cada proceso tendrá en estos indicadores – energía, agua, etc. – y con esta simulación podemos comparar y seleccionar la mejor solución. La otra es el software que podemos utilizar para realizar una simulación del impacto del ciclo de vida de nuestro producto, desde el material bruto hasta el fin de la vida útil de los coches.
JP: ¿Cuál es el efecto del programa brasileño Inovar Auto en las operaciones de VW en el país?
FS: El objetivo de Inovar Auto es muy claro. El gobierno quiere incentivar a aquellos que inviertan principalmente en tres factores. Uno es el desarrollo de producto en Brasil; el segundo es el desarrollo que realizamos nosotros mismos al realizar una gran parte de las piezas del vehículo y subensamblados en Brasil, en lugar de importarlos, y el tercer factor es sobre la eficiencia de nuestros motores. Estos son los tres pilares que ha definido el gobierno para aumentar el desarrollo de nuevas tecnologías en Brasil y por supuesto, para aumentar el contenido local de los vehículos producidos aquí. Es una simplificación del programa, pero estos son los principales aspectos que veo en Inovar Auto.
“La logística es un aspecto importante en Brasil. Más del 90% de los productos se transportan en camión; se utiliza poco el tren”
– Frank Sowade, director de planta, VW Anchieta
JP: ¿Cuáles son los principales desafíos en Sudamérica para los fabricantes de coches?
FS: Creo que hay mucho por hacer, en todos los sentidos. Los fabricantes traen cada vez más los productos globales a Brasil, y eso conlleva la necesidad de mejorar la formación y cualificación de nuestros empleados. Ese es uno de los principales retos.
En lo referente a la infraestructura, la logística es un asunto muy importante en Brasil. Más del 90% de los productos se transportan en camión en Brasil; se utiliza muy poco el tren. Hay mucho margen de mejora en lo que se refiere a la logística. Eso es muy evidente.
AM: Hay dos lados en lo referente a logística: la interna y la externa. Debido al tamaño de Brasil, el suministro de nuestros proveedores es un reto.
FS: Es difícil. Se tardan días en llevar un coche desde aquí [Anchieta] donde lo producimos a por ejemplo el norte de Brasil.
AM: Una región cuya importancia aumenta.
FS: Algo muy importante para mí es la calidad. Creo que Brasil en conjunto, no solo la industria del automóvil, tiene que hacer los deberes en lo referente a la productividad si queremos ser competitivos. Ese también es un asunto pendiente. Pero no se trata solo de VW; es primordial en toda la economía.
JP: ¿VW Brasil proyecta aumentar sus volúmenes de capacidad y producción a medio y largo plazo?
FS: Todo depende de la reacción del mercado. Hoy en día, con tres plantas creo que estamos bien estructurados en lo referente a capacidad, y por supuesto nuestra atención está ahora centrada en el producto.