La renovación y las inversiones en Burnaston permiten a Toyota comenzar con la producción del nuevo Corolla en el Reino Unido a pesar de la inestabilidad del Brexit
El secretario de estado británico para el comercio Greg Clark y el embajador japonés Koji Tsuruoka se sumaron a las autoridades locales, directores empresariales y ejecutivos de Toyota en enero para lanzar la producción oficial del completamente nuevo Toyota Corolla. Mientras se produce este significativo desarrollo en la producción automotriz de las islas, el sistema político del país sigue inmerso en el debate sobre la propuesta de salida de la UE que pronto será rechazada y lo que esto significará para el Brexit.
Para Toyota significa que comenzará la producción de un modelo que es crucial para sus planes en Europa al mismo tiempo que la producción automotriz británica se enfrenta a la incertidumbre y cambios sin precedentes. Greg Clark describió la nueva inversión como un “testamento de la orgullosa tradición productiva del Reino Unido”. Dr Johan van Zyl, Presidente de Toyota Europa, alabó “la plantilla muy cualificada” de la fábrica y cómo los nuevos modelos “jugarán un papel crítico en las ambiciones de Toyota en el mercado europeo”.
"Se renovaron varias áreas de la fábrica británica para el lanzamiento del Corolla, entre ellas la adición de capacidad de estampado de aluminio, una nueva línea de pintura para piezas de plástico y la instalación de más robots en toda la fábrica"
Sobre la industria en general se cierne la posibilidad de un Brexit duro, con la imposición de tarifas del 10% a los vehículos terminados y los retrasos inevitables en una cadena de suministro internacional. Se prevé exportar el 80% de la producción del Corolla a la UE y a otros mercados con los que la UE tiene tratados comerciales. Toyota pretendía alcanzar el pleno rendimiento en el primer trimestre de este año pero la salida de la Unión Europea podría trastocar estos planes.
Esta posibilidad alteraría el programa en el que Toyota ya invirtió £240m más los £21m que aportó el gobierno británico. El nuevo Corolla se basa en la arquitectura TNGA-C que también sirve de base para el C-HR (producido en Turquía) y que ya se utiliza en varias plantas de Toyota en todo el mundo.
Se renovaron varias áreas de la fábrica británica para el lanzamiento del Corolla, entre ellas la adición de capacidad de estampado de aluminio, una nueva línea de pintura para piezas de plástico y la instalación de más robots en toda la fábrica. El objetivo es producir 130-140,000 vehículos al año, aunque está por ver si el Brexit afectará a los volúmenes de producción del primer año.
Las recientes inversiones en la planta sirvieron principalmente para renovar las siguientes áreas:
Capacidad de estampado de aluminioAquí Toyota realizó varias mejoras significativas a las grandes líneas de prensado para poder producir carrocerías de aluminio junto con las de acero. Para ello fue fundamental cambiar el equipo de gestión entre las prensas de pinzas magnéticas (útiles para el acero pero no para el aluminio) por robots. De forma paralela se limpiaron a fondo las prensas y las áreas circundantes y se renovaron para evitar que la suciedad y los residuos del proceso de estampado se depositen en los paneles de aluminio y evitar así problemas en las fase de pintura posteriores.200 robots de alta velocidad para la línea de soldaduraEl nuevo Corolla cuenta con muchos más puntos de soldadura que el Auris anterior, lo que resulta en una estructura más rígida para el nuevo modelo. Para mantener la velocidad se instalaron 200 nuevos robots de alta velocidad en el taller de soldadura. Al final de la línea se instalaron también robots adicionales para aplicar la capa de amortiguado, un material que ayuda con la protección contra la corrosión. En total se instalaron 24 nuevos robots en el área de pintura que trabajan en los bajos de la carrocería y en la aplicación de sellante y cera de marco.
Expansión de la producción de plásticoA diferencia de las plantas automotrices europeas, los constructores japoneses tienden a producir internamente algunos de los principales componentes plásticos, como los paneles de mandos y parachoques. Toyota no es una excepción y para poder producir la puerta trasera de nuevo diseño se tuvo que renovar la nave de producción de plástico en Burnaston. En el centro se encuentra esta nueva puerta trasera con paneles interiores y exteriores de plástico. Estos paneles se moldean, encolan entre sí y luego se pintan en una nueva línea automática de pintura en el taller de plástico; anteriormente las piezas de plástico solían pintarse manualmente. Toyota decidió adoptar las puertas de estructura de plástico por sus ventajas estéticas y aerodinámicas respecto al acero.
Acondicionado y subensamblado del motorSe instaló una nueva área de subensamblado del motor para el nuevo Corolla. El modelo está disponible en tres motores de gasolina, un híbrido de 1.8l procedente de la planta de Toyota en Deeside al norte de Gales, y otros dos motores (un híbrido 2.0l y otro no híbrido de 1.2l) procedentes de otros puntos de la red de Toyota. Además del acondicionado completo del motor en esta línea, también se realiza en esta parte de la planta el acoplamiento de la suspensión frontal, el radiador y el convertidor híbrido, por lo que el ensamblado más completo se puede incorporar a la línea de ensamblado principal. En el modelo anterior el motor, suspensión, radiador y unidad híbrida se ensamblaban individualmente en otras estaciones de la línea principal.
Estas mejoras y renovaciones en la producción representan la fase más reciente de la fábrica de Burnaston. La planta comenzó a producir vehículos en 1992 con el modelo Carina E. En su punto álgido, antes de la crisis financiera, la fábrica contaba con dos líneas de ensamblado y producía los modelos Auris (el predecesor del Corolla) y Avensis, que ya dejó de producirse.
La decisión de asignar la producción del Auris a Burnaston se anunció en 2017 después de que el Reino Unido votara por abandonar la Unión Europea, un mercado crucial para el éxito de la planta. Al igual que los demás fabricantes del Reino Unido, Toyota expuso con claridad que la salud económica de la fábrica depende de un acceso sin restricciones a los mercados europeos y de la capacidad de recibir componentes en un sistema 'justo a tiempo'.
El compromiso de Toyota con las islas es claro con una inversión de más de £2,750 millones desde 1992, en los próximos meses se verá si los eventos políticos podrán obstaculizar el éxito del nuevo modelo.
Las plantas automotrices son entidades muy rígidas e incluso en el caso de un Brexit duro la empresa no podría simplemente abandonar el Reino Unido; sin embargo, a largo plazo, las futuras inversiones y los nuevos modelos se decidirán cuando se aclare el escenario después del Brexit. Toyota y sus empleados esperan que el nuevo entorno favorezca o por lo menos no perjudique la producción de vehículos británicos para la Unión Europea. El tiempo dirá si su apuesta será gratificada.