El recién llegado Tesla está teniendo dificultades para cumplir sus objetivos de producción pero aún y así prepara el lanzamiento de más modelos para diversificar su actividad. ¿Está abarcando la empresa más de lo que puede apretar?

Producción de Tesla Model 3El fundador de Tesla, Elon Musk, quiere cambiar el mundo automotriz y no solo el tipo de vehículos que conducimos, sino también cómo se venden y cómo se producen. La empresa agitó el mercado y alentó a las empresas tradicionales a que acelerarán sus planes de vehículos eléctricos, pero por ahora pierde dinero y no está consiguiendo cumplir con sus propios objetivos de producción.

En febrero de 2018 Tesla anunció sus mayores pérdidas trimestrales hasta el momento, más de $675m en el último trimestre de 2017. La situación financiera de la empresa empeora por los retrasos continuos en producción y entrega del Model 3. Este vehículo eléctrico de producción masiva debería haber lanzado la producción en serie de la marca, pero Tesla todavía se encuentra lejos de su objetivo inicial de producir 5,000 unidades semanales.

Debido a los retrasos y la consiguiente pérdida de efectivo, la consultora Morgan Stanley considera “extremadamente difícil prever con una mínima precisión el auténtico ritmo de progreso” de la empresa. Otros analistas sugieren que Tesla necesitará otra inyección de capital para poder llevar a cabo sus planes, y muestran su preocupación por el ritmo al que gasta su capital y la posibilidad de que sigan creciendo las pérdidas.

Salarios, paneles solares y ventas A pesar de los problemas financieros de la empresa, sigue aumentando su dependencia hacia Elon Musk. En lugar de atraer ingenieros de producción experimentados de otras empresas automotrices para que la empresa vuelva a su curso, en enero de 2018 el jefe de Tesla prolongó su contrato para dirigir la empresa los próximos 10 años sin salario. El lado positivo para el es la bonificación de 55,000 millones de dólares si el valor de mercado de Tesla alcanza los $650,000 millones con ingresos de $175,000 millones y beneficios de $14,000 millones. El pago se realizaría en asignación de acciones, y para garantizar cada tramo de acciones, el valor de mercado de Tesla tendría que aumentar en $50,000 millones. Los objetivos de ingresos de la empresa a largo plazo equivalen a 17 veces los ingresos de Tesla en 2017, además, teniendo en cuenta las pérdidas actuales, será un auténtico reto alcanzar beneficios de $14,000 millones. Teniendo en cuenta los múltiples problemas de producción y el aumento de la competencia de las empresas tradicionales, tal vez solo alguien como Musk, con riqueza e ingresos independientes, pueda trabajar en estas condiciones.

A pesar de sus pérdidas y problemas en la producción, Tesla ha continuado con el lanzamiento de nuevos modelos y la diversificación de su rango de actividades. La empresa quiere cambiar la manera en la que se venden los vehículos y con qué se venden. En diciembre de 2017 inauguró una sala de exposiciones en Manhattan para vender paneles solares, baterías y automóviles bajo un mismo techo. Además de vender automóviles, Tesla quiere que sus clientes “produzcan su propia energía limpia” para el hogar y el automóvil. Para que esto sea posible, Musk desconcertó a inversores y observadores al adquirir en 2016 SolarCity Corp por $2,000 millones, una enorme suma teniendo en cuenta los $3,000 millones de deuda que acumula ya la empresa. La empresa especializada en paneles solares estuvo dirigida por el primo de Musk, Lyndon Rive; algunos observadores consideraron que se trató del rescate de una empresa con problemas financieros y por consiguiente un posible conflicto de intereses. Pocos podían vislumbrar las sinergias entre ambas, pero desde la adquisición se ha realizado un gran esfuerzo por posicionar a Tesla como una empresa de energía en lugar de una marca de automóviles. El nombre de la marca SolarCity prácticamente ha desaparecido y los paneles solares se venden bajo la marca Tesla.

Una muestra de sus problemas en la producción de automóviles es que no hubiera ningún Model 3 cuando se inauguró la sala de exposiciones de Manhattan, aunque los clientes potenciales podían configurar y reservar un sedán Model S o el SUV Model X para una rápida entrega. El Model 3 se puede reservar pero los compradores tienen que esperar más de un año, en diciembre del año pasado, la lista de espera era de más de medio millón de clientes. Los objetivos de producir 5,000 o más unidades del Model 3 por semana se han retrasado varias veces y mientras los clientes esperan los nuevos Tesla, la competencia está acelerando sus lanzamientos de modelos eléctricos. Parece inevitable que Tesla perderá pronto su atractivo vanguardista y la ventaja de ser el primero en llegar al mercado. Sin embargo, cualquiera que desee los paneles solares de Tesla puede tenerlos instalados en un mes, siempre que lo permitan las autoridades locales y las condiciones climáticas.

Rellenando el catálogo No satisfecho con su participación en los mercados de paneles solares y vehículos eléctricos, Tesla se ha introducido también en el mercado de camiones eléctricos después de que desvelara el Semi en noviembre de 2017. Ha garantizado un número reducido de compradores iniciales para su rango de camiones, como por ejemplo la empresa belga Anheuser-Busch que reservó 40 camiones completamente eléctricos. Su entrega está prevista para 2019. Tesla ha prometido una autonomía de 500 millas y utilizará un motor en cada rueda para aumentar la tracción y reducir la posibilidad del efecto tijera. También contará con un conjunto de asistencias de conducción semi-autónoma similar a los de los vehículos de pasajeros de la empresa. Además del acuerdo con Anheuser-Busch, cuenta con reservas de otros 76 camiones, en cantidades menores, por parte de Walmart, DHL y diversas empresas de transporte. En el otro extremo de su gama, Tesla también desveló su nuevo Roadster 2.5 en el mismo evento que el Semi, una sorpresa que escondió a la prensa. El superdeportivo con tracción a las cuatro ruedas tiene una autonomía y datos de rendimiento impresionantes: acelera de 0-100 kmh en menos de dos segundos, tiene una velocidad punta de 400 kmh y una autonomía de 1,000 km, todo ello por $200,000. En el lanzamiento del vehículo Musk lo describió como “un serio correctivo para los vehículos de gasolina”. Los clientes potenciales del Roadster deben adelantar un depósito de $50,000 o un pago único de $250,000 para reservar uno de los primeros 1,000 modelos. Algunos observadores indicaron que hay evidencias de que la empresa necesita efectivo para continuar operando. La producción del Roadster no está prevista hasta principios de 2020, y no hay ninguna indicación sobre si el modelo compartirá componentes con su predecesor y otros modelos.

Robots de Tesla Fremont

Elon Musk describió la situación en la planta de Tesla en Fremont, California, como “un infierno de producción”.

Las opiniones son diversas entre analistas e inversores sobre la expansión del catálogo de la marca. Por ejemplo, el analista RBC indicó que el Roadster ofrece datos de rendimiento comparables a Ferrari. Por otro lado, Goldman Sachs criticó la falta de socios de producción para el camión y mostró su preocupación por los problemas de producción y la previsión de volúmenes del sedán Model 3. El analista económico Baird mostró también sus dudas; reconoció el potencial a largo plazo del camión, pero no incluyó ningún ingreso por los camiones en sus proyecciones. Un motivo para ello es la gran competencia en precios en el mercado de camiones, los observadores dudan que Tesla sea capaz de producir un camión eléctrico en un rango de entre $75,000 y 125,000, el segmento de precios actual para camiones. También hay una clara preocupación por los problemas de producción del Model 3 que se podrían repetir con el camión y el Roadster.

Tesla continúa anunciando nuevos vehículos que todavía están en desarrollo y que no llegarán a las carreteras hasta 2019 y 2020, mientras tiene serias dificultades para construir el Model 3. Elon Musk describió la situación en la planta de Fremont en California como “un infierno de producción”. Además, Tesla admitió problemas graves en su planta de módulos de batería en Nevada por lo que han tenido que rediseñar algunas de las líneas de producción. En el tercer trimestre de 2017 tan solo se produjeron 260 unidades del Model 3, muy por debajo del objetivo de 1,500 unidades. Para finales de 2017 la cifra había crecido a poco menos de 2,700 en el año, en lugar de los semanales, aunque la mitad del total anual se produjo en diciembre.

Conquistando el mundo La mayoría de los problemas de producción se pueden atribuir a la decisión de realizar toda la producción internamente en lugar de contratar ensambladores automotrices experimentados. A pesar de los múltiples ejemplos en el sector de producción conjunta o contractual, Tesla decidió desde un principio que podría hacerlo todo por su cuenta. Esta decisión podría estar motivada en gran medida por Elon Musk, que en una reunión con los inversores indicó que había estado trabajando en la línea de ensamblado un domingo de madrugada, como ejemplo de su compromiso personal a la causa. Se trata de un compromiso impresionante, pero no está claro cómo esta estrategia puede ayudar a Tesla para hacer lo que las demás empresas hacen; producir automóviles a tiempo, enviarlos a tiempo y garantizar que cumplan los estándares.

Los proveedores de componentes de la empresa también se han enfrentado a problemas. Los asientos del SUV Model X, producidos por una filial de Adient llamada Futuris son aparentemente difíciles de producir debido al complejo diseño. Para superar este problema en el Model 3, la solución de Tesla fue inusual: en lugar de dirigirse a un proveedor de asientos establecido para que diseñe un asiento más fácil de producir, la empresa decidió producir los asientos internamente, lo que aumenta el grado de integración vertical. Es la estrategia opuesta a la adoptada por todos los demás constructores automotrices.

Los asientos tienen un margen de beneficios reducido y un gran componente de trabajo manual. Al iniciar la producción internamente, Tesla está ahora intentando automatizar todo el proceso, algo que hasta el momento los ensambladores de asientos no han sido capaces de conseguir. Prácticamente ningún observador externo cree que la estrategia de integración vertical llegue a funcionar, y la mayoría de analistas esperan que la empresa adopte una estrategia de externalización de los principales componentes. Los artículos de prensa en Estados Unidos sugieren que los inversores y analistas están comenzando a dudar sobre la producción vertical e integrada de Tesla.

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